Llamadme conspiranoico, si queréis, pero en un viaje lisérgico tuve una revelación por la que se me informó de forma argumentada que Dustin Hoffman, Al Pacino y Leonard Cohen son uno y el mismo, como no podía ser de otra manera, y en la foto se demuestra. Llamadme conspiranoico, si queréis, pero llamadme.
Hoy vamos a ponernos en la piel de Leonard Cohen por el método Stanislavski, y quien venga detrás que arree. ¿Cuál es el colmo de los colmos para Leonard Cohen? que seas poeta y novelista, pero te den el Premio Príncipe de Asturias de las Letras por las letras, sí, pero de tus canciones. Podrían darte el premio, y luego dejarte decidir a ti por qué te lo han dado. Como las madres. Toma, y ya tú sabrás por qué. Pero no. Te avisan; cuidao, te lo damos sólo por las letras de tus canciones, no te confundas. Que ya te indican con ello que tus poemas y tus novelas son un coñazo, y además no se los ha leído nadie, incluyendo a los miembros del jurado. Ahora, esa letra de Aleluya, Aleluya, lo mismo no es ni tuya, pero esa sí que es arte, y no la mierrrda esa de los poemas.
El criterios de tan doctos jurados parece coincidir punto por punto con el concepto de arte que tenía cierta vecina del quinto de la que pude huir a tiempo. Según ella, arte es:
- Lo que hace la Pantoja.
- Falete en sí mismo y en toda su redondez.
- Lola Flores, que tenía arte a cascoporro, aunque no se supiera de qué naturaleza (en cualquier caso, de naturaleza gitana).
- El coche tuneao de su sobrino nieto.
- Matar toros.
- Matar conejos.
- Estripar cerdos (destriparlos es menos artístico).
- Dejarse el pelo largo, si eres hombre, o rapárselo, si eres mujer (esto te convierte de inmediato en artista).
- Conchita Velasco (en diminutivo, esa mujer no creció nunca).
- Carmen Sevilla, mi arma.
Como Leonard Cohen que ahora mismo soy, voy a ir a recoger el premio, que no estoy para tirar la pasta. PERO os advierto que, en cuanto yo salga por esa puerta, va a venir, primero Dustin Hoffman, y luego Al Pacino, y os van a obligar a leer mis obras completas, de la pá a la pé. Por listos.