
Botellón santo.
A ver si va a ser todo una engañifla...
Yo soy tu ídolo.

¿Que prefieren, comer lo que cacen o pesquen ustedes mismos o comer en el chiringuito?.
Cuatro esquinitas tiene mi cama y cuatro angelitos me la guardan.
-Cari, te quiero.

Les presento a mis tatarabuelos. Eran góticos. De su época, pero góticos al fin y al cabo. Sensibles y con tendencias autodestructivas, les gustaba ir a la zarzuela y beber anís (que solo aquel que se haya pillado un pedo de anís, sabe lo autodestructivo que puede llegar a ser). Solo para esos momentos de decaimiento extremo dejaban el vino mariani o la simple cocaína que vendían en las farmacias y colmados del reino. Tirar piedras a la carroza de los reyes, batirse en duelo por una mala mirada o hacer espiritismo hasta que salgan los demonios por las ventanas, pues las cosas de los muchachos, que ahora gustamos de sacar en Antena 3 para que se horroricen las abuelas. O las tatarabuelas.
Ya en los años cuarenta quedó definida la colección otoño-invierno 2011. Sombrerito de pluma y botarras para ellas y trabuco y bombachos para ellos.
Desde este servicio público que va a resultar que al final somos, queremos avisarles de que ya ha empezado a hacer calor. Y que por mucha manifestación a la que estemos convocados y por muchas ganas de piscina que nos entren después, no debemos olvidarnos la crema solar. A mi me da igual, que soy medio gitano, pero a otros miembros del staff se les ven las venas al trasluz. 



Hemos oído rumores sobre una partida de dibujos animados adulterados que ha causado el ingreso en centros hospitalarios de varios padres afectados por extraños síntomas tales como idiocia, conversaciones pueriles y enfados ñoños. El representante de Clan Televisión ha afirmado que es imposible que estos dibujos estén en mal estado, ya que esta es la cuarta repetición de las series que compraron hace un par de años y hasta ahora no habían tenido queja alguna.

Nosotros, que nos compramos la prensa el domingo justo cuando hay mucha gente en la cola del quiosco y haciéndo muchos aspavientos, para que se note que nos importa como está el mundo, resulta que nos hemos enterado de que hay un caballo pintor. Le ayuda su dueño, pero es pintor. Y no contento con esto, el muy hijoputa va y vende dos cuadros, uno por 3000 y otro por 6000 euros. Eso hasta el momento de escribir el periódico.
Primero, explorar. Segundo, comprobar. La historia de la humanidad se ha venido construyendo por el sencillo método de la prueba y el error. A veces el error es fatal, pero eso es lo que tienen los métodos sencillos, que requieren de mano de obra barata.