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miércoles, 21 de julio de 2010

Festejos a lo Tarantino



Vamos a ser sinceros. Nos lo hemos montado muy mal. La vida occidental es insoportablemente aburrida. Tanto, que algunos seres humanos, presa de la desesperación provacada por el tedio, sienten la necesidad de que pase algo intenso. Lo que sea, pero que pase algo, y a ser posible gordo. Como ver morir a un vecino de forma violenta, por ejemplo. O incluso morirse ellos mismos.
Eso es la única explicación para que este toro de la foto, Ratón, que ya ha matado a varias personas, sea el más cotizado en las fiestas de los pueblos, en lugar de ser el más barato. Lo que es yo pagaría para que no lo suelten, pero soy un tío raro.
Es como jugar a la ruleta rusa, pero a lo español. Y cuando por fin destripa a un tío, pues ya tienes algo de que hablar en los próximos meses. Primero, la fiesta, luego, el funeral, después, la misa de difuntos... el caso es llenar la agenda.

Consejo: si tienes una disputa de lindes, o te has ligao a alguna moza del pueblo sin haber nacido en él, más vale que no saltes a la plaza, no sea que alguna mano anónima le facilite el trabajo al toro. Con lo que cobra el toro, por lo menos que se lo curre.

Consejo 2: si vas a la fiesta de un pueblo, eres extranjero, no conoces a nadie del lugar, y no hay toros sueltos, más vale que huyas cuanto antes. Hay una cosa que se llama quintos, que aunque ya no van a la mili, se emborrachan igual, y lo mismo descabezan pollos a patadas que sacrifican ingleses a algún mito de Cutlu. Sin mala intención, todo hay que decirlo, pero es que a partir del décimo pelotazo no distinguen el bien del mal. Y si lo hacen un año, ya es tradición, y se instituye en el pueblo el sacrificio humano para los restos.

Consejo 3: si vas a las fiestas de un pueblo, recuerda que en fiestas toda forma de ley y autoridad queda en suspenso, y como te adentres mucho en la verbena no te saca de ahí ni la benemérica. Cientos de inconscientes se han adentrado en esa trampa detrás de una minifalda y han desaparecido para siempre.







1 comentario:

  1. ¿Y lo bien que queda en la lápida LO MATÓ RATÓN, TORO BRAVO, eh?.
    Espeluzna y asombra a partes iguales

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