Dentro de nuestra sección de entretenimiento traemos a vuestra atención esta nueva modalidad deportiva que está haciendo furor entre la chavalería. Como en el fútin, se suda, como en la cagaleira, se suda frío, pero también adelgaza lo suyo. Se trata de ponerse unos cascos (de los de escuchar música, no de un caballo, no hay que maltratar a los pobres animales salvo que se lo merezcan) y oír sin interrupción todos los elepés de Pitingo a un volumen no inferior al ocho (de diez). Enfrente se coloca una pared. Si no se puede colocar una pared enfrente, se coloca uno enfrente de una pared, que a veces es más fácil. El caso es que, atadas las manos a la espalda, la única forma de arrancarse los cascos es golpearse el cráneo a la carrera contra la citada pared. El que haga el agujero más hondo en el yeso, gana. El campeón del mundo de la disciplina, Jaime Lebrato, nos dice desde la UVI que no se acuerda de nada, pero que está muy contento. O eso es lo que nosotros entendimos. El récord se produjo en casa del atleta al escuchar la versión del cantante onubense del tema Smells Like Teen Spirit, de Nirvana. Ha tenido que remozar el salón, pero su mujer está encantada porque por fin tiene hueco para la chimenea. Os dejamos un enlace para que accedáis a la canción propiamente dicha y, ¡hala!, a disfrutar.
http://www.youtube.com/watch?v=J69R89ceYUQ .Luego diréis que no nos preocupamos por vosotros.
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Ya, ya sé que no he dicho nada acerca del peluquero de Pitingo, pero es que no quiero ponerle sobre aviso, que es que le estamos buscando.
http://www.youtube.com/watch?v=J69R89ceYUQ .Luego diréis que no nos preocupamos por vosotros.
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Ya, ya sé que no he dicho nada acerca del peluquero de Pitingo, pero es que no quiero ponerle sobre aviso, que es que le estamos buscando.
¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAAJ!!!
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