En nuestro esfuerzo constante por traer hasta vosotros las últimas novedades en lo que a movimientos sociales se refiere (y bien poco que nos lo agradecéis), llamamos en esta ocasión vuestra atención sobre una nueva tribu urbana que gana cada día en adeptos. Se trata de los autodenominados “Flamentzales” que aúnan en un esfuerzo sincrético digno de encomio los principios político-éticos del independentismo vasco de izquierdas, con los fundamentos estético-musicales del flamenco en toda su dimensión.
El movimiento tuvo su nacimiento en un arrabal de Deusto, conocido ampliamente en foros antropológicos por el grado inusitadamente alto de consanguindidad de sus habitantes. Allí, en el herriko tablao “Kafé de Txinitas”, verdadero templo seminal de esta nueva escuela, jóvenes salidos de la más dura de las kale borrokas, comenzaron a experimentar con una estética rompedora, los trajes de faralaes, mientras se dedicaban a sus actividades de siempre, pero con un toque distinto y rompedor. Así, lo que antes era un mero quemar autobuses con cócteles molotov, ahora se hacía taconeando, dando palmas y diciendo eeeje, ejeeee…lo que no sólo daba salida a una profunda inquietud artística sino que despistaba no poco a la policía. El movimiento ha seguido creciendo y la Feria de Abril de Donosti de este año, se ha cerrado con todo un éxito de público y crítica mientras que el Festival de Rebujitos por el Acercamiento de los Presos, reunió a lo más granado de esta nueva corriente social.
Cómo actúan: Bombas-tapa; secuestro por soleares; fino en la nuca.
Cómo se visten: Traje de faralaes y txapela; sombrero cordobés y pasamontañas; pañuelo palestino y triquini.
Quiénes son: Txangurro de la Isla, Juan Urruticoecheabenastiagabendoa (El Lebrijano del Norte), El Niño de Irati, Maripatz de Portugalete.
Qué ven cuando van al cine: Un Txakurro de Zarautz (de Luitz Vuñuel).
El movimiento tuvo su nacimiento en un arrabal de Deusto, conocido ampliamente en foros antropológicos por el grado inusitadamente alto de consanguindidad de sus habitantes. Allí, en el herriko tablao “Kafé de Txinitas”, verdadero templo seminal de esta nueva escuela, jóvenes salidos de la más dura de las kale borrokas, comenzaron a experimentar con una estética rompedora, los trajes de faralaes, mientras se dedicaban a sus actividades de siempre, pero con un toque distinto y rompedor. Así, lo que antes era un mero quemar autobuses con cócteles molotov, ahora se hacía taconeando, dando palmas y diciendo eeeje, ejeeee…lo que no sólo daba salida a una profunda inquietud artística sino que despistaba no poco a la policía. El movimiento ha seguido creciendo y la Feria de Abril de Donosti de este año, se ha cerrado con todo un éxito de público y crítica mientras que el Festival de Rebujitos por el Acercamiento de los Presos, reunió a lo más granado de esta nueva corriente social.
Cómo actúan: Bombas-tapa; secuestro por soleares; fino en la nuca.
Cómo se visten: Traje de faralaes y txapela; sombrero cordobés y pasamontañas; pañuelo palestino y triquini.
Quiénes son: Txangurro de la Isla, Juan Urruticoecheabenastiagabendoa (El Lebrijano del Norte), El Niño de Irati, Maripatz de Portugalete.
Qué ven cuando van al cine: Un Txakurro de Zarautz (de Luitz Vuñuel).
Yo creo que solo son jovenes divirtiéndose, y si encima lo hacen con arte y duende, pues mucho mejor, ¿no?.
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