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sábado, 29 de mayo de 2010

Grandes delirios: destruir el universo tocando una sinfonía a los pies del Himalaya


El compositor ruso Alexander Scriabin (1872-1915) cometió dos errores: emparejarse con una admiradora y creerse los superlativos con que la chica describía su talento (musical).


Sólo así se explica que Scriabin llegara a la extraña conclusión de que si componía una obra de arte total, que incluyera música, bailarines, colores y fragancias, y la ejecutaba durante siete días ininterrumpidos en un Templo Universal que habría de ser construido a los pies del Himalaya, en forma de semicírculo y con capacidad para dos mil personas, todo esto rematado por unas campanas gigantes suspendidas de las nubes; si se llevaba a cabo este plan, decía, en la doceava hora del séptimo día el universo tal como lo conocemos se desvanecería, todos los seres humanos se librarían de sus ataduras carnales y sus almas echarían a volar por el éter cual pajarillos.


Contado así parece un buen plan. Pelín surrealista, pero noblote. AHORA, si lo piensas un poco, lo que pretendía Scriabin era destruir el mundo, lo pinte como lo pinte. Lo que confirma la fórmula infalible de la idiotez: que a todos los tontos les da por lo mismo.


Por absurdo que parezca el plan a primera vista (y a segunda vista también), vete tú a saber si no se pone a tocar la matraca en el Himalaya y monta el tío un apocalipsis. Cosas más raras se han visto (yo he visto un desatacador de váter con la forma de Lola Flores, y el señor Rosario también... ¡superad eso!).


Afortunadamente, a Scriabin le salió un grano en el labio superior, se le fue complicando, y complicando, y complicando, y al final la infección lo mató antes de que pudiera acometer su plan.

Raro que a alguien con unos planes tan grandes lo matara algo tan pequeñito (OuOuOOOO).

5 comentarios:

  1. Ante la avalancha de preguntas angustiadas que estamos recibiendo, CONFIRMAMOS que el segundo apellido del sr. Scriabin no es Cano. Ni Jackson.

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  2. Pues... os lo creáis o no, existe un centro de estudios musicales con el nombre de Scriabin a los pies del Himalaya. Lo que yo ya no sé los onanismos mentales que se llevarán a cabo allí...

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  3. Que compositor no es loco? yo solo hablaria asi si le igualara en genio, pero se nota que no eres musico solo te interesan los chismes para sentir ganado el dia. Y ojala algun dia se te destrabe el cerebro y los oidos de tantos chismes y pavadas que no tienen importancia y puedas escuchar verdadera musica. Gente como tu sobra, Scriabin solo hay uno. ANIMO!!!!

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  4. El ÁNIMO!!! supongo que es para mí. Scriabin es un genio, no necesita que le anime nadie. De hecho, no le anime más, querido lector, no sea que se venga arriba y nos monte un acabóse.

    Por el tono arrebatado de su comentario me he permitido suponer que, o bien es usted Scriabin, lo cual es improbable, o bien es usted compositor.

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