Donde iréis, tu guía gastronómica de siempre

miércoles, 26 de mayo de 2010

Emociones raras: sentir celos de una puerta



Raro sentir celos de una puerta, ¿no? así en frío te dices, no puede pasar. Pues pasa.
Aquí está la evidencia:
A la puerta de Toledo madre le tengo celos.


Que dices tú, si le tienes celos a una puerta ¿de qué te has enamorado? ¿de una jamba, de un umbral o de un dintel?
Y esto le debe de pasar a más gente, porque la canción tuvo cierto éxito.

Tener celos de una puerta ya es inquietante en sí mismo, pero, ¿para qué metes en esto a tu madre, Norman Bates? que las madres parece que te quieren, pero lo que te dan con la derecha te lo quitan con la izquierda en dos bofetones bien dados.

- ¿Qué tal está tu hijo?
- Pues me tiene en una angustia. Yo lo quiero mucho, a ver, es mi hijo, no me queda más remedio, pero es el tonto del barrio, te lo digo yo que lo he parido. ¿Pues no le tiene celos a una puerta? me ha salido imbécil, con todo el amor de mi corazón te lo digo, imbécil total, el pobrecito.

Avanzando un poco más en la letra de la canción parece que el sujeto quizá se ha enamorado de algún tipo de ser humano, porque dice que al final el/la/los/las/ello/ella, lo que quiera que sea, muere pobre, enferma y sola. O eso le gustaría al Norman Bates éste.

Desde luego, encima de tarado vengativo. Si al final tu madre va a tener razón...

2 comentarios:

  1. De cosas peores se han enamorado algunos...me se yo el caso de uno que decía que menudas curvitas tenía ese olmo. Ante las miradas de alerta de nosotros, sus supuestos amigos, él espetaba un "¡que pasa, es un ser vivo, no?!"

    ResponderEliminar
  2. ¡¡¡JAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJ!!!

    ResponderEliminar