A quien no se le quedaría esa cara si tu madre, ¡tu propia madre!, te niega el sustento de tu hijo (o tus hijos, que ya no sé a lo que estoy) y te obliga a buscarte la vida, a llenar el depósito de tu yate, a pagar tu mismo al jardinero,...
¡Que dislate!.
Y todo por una mujer.
Bueno, los hay que tienen perro o que se compran un Opel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario