Aunque aparentaran no serlo, que no es el caso, supuestamente.
Vamos, que ni sabríamos ni se nos ocurriría el pensar que somos capaces de clasificar a Don Silvio. Don Silvio es etéreo y voluptuoso, como la esencia misma de la Toscana. Un César perdido en el tiempo. Un Pessoa del amor. Es negro-jamaico.
Aunque no me negarán que el ostión gana con el paso del tiempo, como un buen Lambrusco. Ejem...
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