Si ayer la cosa de poner la cara de un famoso en una, pongamos un ejemplo, lata de sopa era cosa de americanos y gente así, en este mundo patas arriba, en el que el derecho internacional solo cuenta para algún que otro dictador o asesino de masas (perdón, no sé en que estaba pensando), hasta Bertín Osborne ha visto el filón y ha empezado a patrocinar algo muy nuestro, muy español.
El gazpacho de Bertín es recio y sabroso, como el propio Bertín. Solo en su variante suave (ranchera) se queda un poco corto, algo poco digno del prestigio del señorito. Como sea que a nosotros nos gustan los alimentos con charme, pues gustamos de recomendárselo, aún sin llevarnos comisión ni nada parecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario