lunes, 27 de diciembre de 2010
Tribulaciones de Julio Verne
- Julio, ponte, que te llama tu editor por teléfono.
- Dile que qué quiere, que estoy muy liao viendo el futuro.
- Que cuándo le vas a entregar la novela de hoy, que vas con dos horas de retraso.
- Dile que esta tarde la tengo acabada.
- Que dice que cómo se titula.
- Veinte mil lenguas en viaje intrauterino.
- Que dice que esa no la puede publicar, que estamos en el siglo XIX, que es que eres un adelantao a tu época.
- Pues entonces se va a titular Tribulaciones.
- Dice que eso de tribulaciones le suena poco exótico, que no vende.
- Pues tribulaciones de un... chino.
- Que dónde está ambientada.
- Y yo qué sé. Es un chino, pues se atribula en china, dónde se va a atribular.
- Que de qué va.
- De un chino preocupao.
- Que dice el editor que eso le suena a literatura rusa, y que eso no vende.
- Honoria, hasme el favor de quitarte el pepino de la oreja, que ya te he dicho mil veces que todavía no se ha inventao el teléfono.
- ¡Es que yo ya no sé ni en qué siglo vivo, que me pones la cabeza loca con todas esas cosas de los descubrimientos del futuro!
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