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jueves, 22 de abril de 2010

Está de moda no estar de moda



De forma inesperada, el señor Loewe, Channel número 5 y Cocó guysemuá, faros todos de occidente, han ido un paso más allá en eso que llaman arte y que consiste en cobrar cinco mil euros por un bolso (lo que en Castilla se venía a llamar sisa y en Barcelona carterismo, tendencia artística que siguió al dadaísmo). Decididos a indicarnos el camino a seguir, han sacado adelante un proyecto de ley en el que se promulga que estar de moda ya no está de moda. Lo que ahora se lleva es no estar de moda.

Este hecho, aparentemente inteligible y sencillo, ya está causando en algunas zonas residenciales un problema que les excede, ya que no sólo no se resuelve a impacto de cheque, es que encima tiene connotaciones filosóficas. Porque no hay medio ni manera. Se da el caso de señoras que salen a las zonas comunes hechas un ridículo, y al no estar de moda, automáticamente se ponen de moda. Y estar de moda NO está de moda. Así que tocar el felpudo y volver para casa a cambiarse el adefesio es todo uno. Con desalentadores resultados, dado que, cuanto más se escuerzan, más a la moda van, lo que conlleva que No van a la moda. (véase el caso de los cuatro sujetos de la foto, que venían en la misma vaina, y que ya no saben qué hacer para llamar la atención).
Presas de la desesperación, algunas féminas se han lanzado a la calle en bolas gritando como posesas atrapadas en un círculo vicioso, esplendorosas cual caballo de carreras, eso sí, lo que ha solventado los problemas de disfunción eréctil del barrio. Pero deja incólume la disyuntiva de cómo subirse al tren de los tiempos y permanecer en el candelabro.
Ante este despliegue de mozas lozanas en cueros vivos y aparentemente ebrias, las farmaceúticas que comercializan la viagra se están viendo obligadas a incrementar los porcentajes de bromuro que vierten en el agua. Piden una compensación al estado por las pérdidas millonarias que les ha causado la desastrosa actuación del señor Loewe. El estado dice que les van a dar todo lo que pidan, y más, para que se lo repartan entre sus ejecutivos.

El señor Loewe ya ha salido vaticinando que mejor se vuelve al carterismo de antes, o no quedarán más modelos que los de conducta.

1 comentario:

  1. Esto es controlar las circunstancias, ya solo falta manipular el tiempo y el espacio. A ver quien se atreve.

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