miércoles, 16 de febrero de 2011
Cómo hacerse pasar por un filósofo francés
Vamos a ser sinceros: los filósofos franceses no han tenido una idea en su vida, lo que pasa es que se venden muy bien. Yo mismo me he hecho pasar por filósofo francés (en concreto, filósofo existencialista) en varias reuniones de empresa, y nadie se ha percatado del engaño. En cuanto han tratado de echar mierda sobre mi departamento he gritado: ¡La naturaleza me mata! ¡Madriz me mata! ¡La sociedad me aliena! ¡Me siento extranjero de mí mismo! ¡Y de ti, sí, extranjero de ti también! ¡Que te miro y no te veo! ¡Me estáis obligando a meteros tres tiros tres para poder realizarme a través de la voluntad de ser! ¿Eso queréis, que me saque la pistola? ¡PUES AHÍ LO TENÉIS! ¡ADMIRAD El ESPLENDOR, OH PAGANOS, ADORADORES DEL BECERRO DE ORO! ¡OS HA TOCADO EL PREMIO GORDO CON DOS PRODIGIOSAS APROXIMACIONES! ¡EL SER Y LA NADA, EL SER Y LA NADA!
Y así he encadenado dos bajas por enajenación. Ahora ya me respetan en la empresa, aunque sólo sea a nivel intelectual, no se atreven a consultarme nada por no ofender mi inteligencia.
Ya ves tú.
Ahora me estoy estudiando Obra abierta, de Umberto Eco, a ver por dónde la meto.
Y como me mosqueen, me compro un tractor de esos con bola y les enseño lo que es la deconstrucción.
En resumen: el único Sartre bueno es el de Camps.
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Enajenación mental transitoria con episodios psicóticos me dijeron a mí.
ResponderEliminarA mí.
A MÍ.