Se me ha caido un mito.
De los gordos.
Tantos años perfeccionando la técnica, esperando encontrar una prueba en alguna bolsa y resulta que era imposible. Que ni podía pasar, ni hubiera pasado, los controles de calidad, no sé si me explico.
Pues me acabo de enterar de que las pipas de girasol peladas no las producen una secta secreta de abuelas desdentadas, ocultas en silos nucleares abandonados de la Hurdes o por ahí (como todos, no me digan que no, pensabamos).
No. Resulta que lo hacen unas MAQUINAS de esas plateadas que meten mucho ruido.
Al final va a resultar que Niño Becerra tiene razón y todo se va a ir a la mierda, más o menos como en Terminator 2.
Pero, ¡coño!, que lo podían haber avisado.
BSO:
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