Tiempos de oscuridad se ciernen sobre nosotros y no estoy hablando (otra vez) de la crisis económica.
Cuando a la gente no le hace falta disfrazarse para poder salir a la calle en Halloween y los taxistas se matan en la parada del aeropuerto en lugar de cultivar cebollas, tal y como harían en un país civilizado como Francia (por ejemplo).
Hasta donde llegará la cosa que, entre fotos de angelicales criaturas haciendo el salvaje, he rescatado de mi cámara la de este súcubo descontrolado. Aquí se la dejo, para que sepan ustedes lo que les espera.
A ver si quedamos...
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