No conformarse viene siendo ya casi una tendencia dentro de las múltiples elecciones posibles.
Si tienes el pelo rizado, lo quieres liso. Si tienes las tetas grandes, las quieres pequeñas. Si ganas mucho, quieres ganar poco. La cosa es que esto se fomenta y, hasta se le da apoyo institucional. Y nosotros, que estamos atentos a las tendencias y los vaivenes, pues nos hacemos eco de cosas como estas. Cosas como los señores que se visten de señoras.
Que si, que son humoristas, pero verán como en cinco años, a lo más tardar, sale un diseñador colocando una blusa a un pajarraco con pelos en el ombligo y, en dos meses, el señor López, de contabilidad, se planta una falda de tubo para ir a trabajar a la Gestoría Gegundez, siendo admirado por todos los parroquianos de la cafetería donde desayuna un café con porras todas las mañanas. Al tiempo.
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