Este fin de semana ha vuelto a celebrarse el día del orgullo gay. En la capital del reino la cosa ha sido sin música, por la cosa del ruido. Suponemos que no se habrán conseguido los objetivos en materia de contaminación acústica, pero seguro que los ciudadanos han tenido muchos momentos de diversión y puro cachondeo.
Por lo que nos han contado, hubo mucha gente y mucha risa, pero no fué tanto como la vez aquella de Carlitos Marrón. Así pues, todos contentos.
Aquí dos osos intimando en el silencio.
El orgullo gay me hace sentir vergüenza hetero.
ResponderEliminarLo bien que se lo pasan.
ResponderEliminarLos muy golosos.
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