Queridos hermanos en la fé.
Perplejos nos hayamos aquí reunidos al comprobar que nuestra droga favorita es patrocinada por un evento que patrocina otra droga todavía peor.
Visto lo visto ya no se puede ser ni moderno ni aconfesional. Así que a todos los que os las dáis de ateos y excomulgados y, por desgracia, bebáis CocaCola, que sepáis que deberíais cambiar de bebida, so pena de que os empiecen los estómagos a borbotear azufre.
Amén.
Sopena
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